ESCUCHAR SIN OÍDOS.

En muchas ocasiones necesito de varios días para escribir un post, en esta ocasión he necesitado meses para poder sentirlo y poder escribir esta entrada.

Y si hay algo que me prometa a mi misma esque nunca dejare de escuchar sin oídos para poder sentir algo en mi cuerpo que va más allá de la magia.

 He leído libros sobre algo que llamamos comunicación no verbal, gestos, expresión del rostro, posturas etc...... En ninguno de ellos encontré lo que buscaba, ninguno me llego y ninguno me aporto nada, la cosa es que la comunicación no verbal la tienes que sentir. La  verdad no le damos la debida importancia con el verdadero aporté que nos puede proporcionar y múltiples beneficios para con uno mismo y por supuesto con los demás.

No se trata de saber si nos miente o de sí se rasca la nariz o cruza las piernas, para mi se trata de sentir y transmitir emociones y sensaciones, cuantas veces te ha pasado que querías expresar algo y no has podido, cuantas veces no hemos entendido a nuestro amigo, 
hijo, padre o tío, cuantas veces una conversación se llena de palabras sin sentido, cuantas veces has mantenido una conversación  que ha terminado en bronca y todo esto pasa por no saber escuchar y por no saber hablar de la manera correcta. Contéstame  a esto si es que quieres cuantas veces te has acercado a alguien y no has pronunciado palabra, sólo mirar, sentir, dejarte llevar por una sensación que traspasa las barreras del ego, del yo? Si lo has hecho te habrás dado cuenta de cuantas cosas explicamos las personas sin palabras y es que es cuestión de observar, prestar atención, dejar a
nuestro cuerpo que sienta!!! Que se limite a recibir, a dar paso a esa energía que llevamos dentro una energía que tiene que salir para luego rebosar en nuestro interior, una energía que ha de convivir con nosotros día a día.

No sé porqué ni en qué momento algo nos arrebató lo más importante de nuestro ser, nos arrebató la emoción de sentir sólo y atraves del saber estar esa sensación de complicidad, de entender, de querer percibir el existir de nuestros seres en especial los más 
cercanos, pero por qué no también cualquier otro ser? Hemos perdido, hemos dejado escapar lo mejor que teníamos, sencillamente la cercanía del saber estar.

Cuando sientes, escuchas sin oídos percibes la felicidad, te puede llenar de tal manera que sientas como la energía recorre todos los rincones de tu cuerpo, te sientes al máximo, has disfrutado de algo maravilloso.

También puede suceder que escuches la tristeza y de la misma 
forma tus niveles de energía bajen para dejarte sin aliento, pero lo bueno de esto es que fuiste capaz de estar sin condiciones, sin palabras que juzgan y aportan más dolor y tranquila pasara y la persona con la que mantenías esta conversación se alivió gracias a tu saber estar.

Los niños, los más pequeños respetan en muchísimas ocasiones este sentir, no seamos los mayores los que no nos sabemos 
comportar.

Mil abrazos.

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